Una inesperada y lamentable noticia debieron asumir el pasado martes, en horas de la tarde, los dirigentes. socios, jugadores y simpatizantes del C.D. Maximimiliano Oviedo. La infausta nueva fue conocida rápidamente por numerosos docentes, deportistas y, muy especialmente por quienes fueron los vecinos y amigos del que fuera en vida, hasta ese aciago día, don Gerardo Rojas Benavente (Q.E.P.D.).
A la numerosa familia "OVIEDINA" nos cuesta entender los móviles o causas que llevaron a un hombre, al querido profesor, dilecto y respetuoso amigo, que llevaba el deporte en la sangra, para tomar tan drástica como inesperada determinación de dar término a su paso terreno, a temprana edad, cuando tenía tanto que aportar a la docencia, al fútbol, que fue una de las grandes pasiones de su malograda vida, y prioritariamente a sus hijos y familiares.
Conocido el deceso de este noble y buen varón, la Directiva del C.D. Maximiliano Oviedo, el único club de la persona que estamos despidiendo, se reunió en forma extraordinaria, para rendirle el justo y merecido homenaje que se merecen quienes dieron gran parte de sus preciadas existencias sirviendo a la institución, ya sea como jugadores, como acontece en el caso que estamos analizando, en calidad de dirigentes o asumiendo cometidos como Director Técnico en nuestras series Infantiles, Adultas o Seniors.
La reunión fue una expresión del gra cariño y respeto que los oviedinos sentían por "YAYO", como habitualmente lo llamábamos. El minuto de silencio que se le rindió fue muy emotivo. El recogimiento de sus amigos y el prolongado aplauso que retumbó en nuestra Sede no hizo más que confirmar que este hombre, el docente, el jugador y amigo había calado hondo entre quienes lo conocieron, compartieron o interactuaron con él.
YAYO tomó la drástica determinación, que aceptamos y no juzgamos, porque esto se lo dejamos a los designios de Señor de la vida y de la muerte, a la temprana edad de 58 años de fecunda existencia.
Recordamos que fue Director Técnico de series de sus amores, además de jugador, haciendo gala de un potente disparo con su pierna izquierda. respondió siempre al llamado de nuestra institución colaborando económicamente para hacer frente a los considerables desembolsos que demanda la manutención de los clubes del fútbol amateur. La defensa de la institución azul y blanca de calle San Ignacio la asumió con su proverbial cuota de entereza, responsabilidad, guapeza y pundonor deportivo, ganándose el respeto de sus compañeros de equipo y de sus eventuales rivales.
Fue un hombre de bajo perfíl, correcto y amable como pocos, activo y transparente en su accionar. Lo mucho que hacía era abordado sin estridencias, sin magnificar nada, prefiriendo el anonimato. Esas características fueron impronta de su personalidad.
Nos dejó mudos e impactados a los 58 años, sirviendo como docente en las Escuelas "LOS CONQUISTADORES", "INDEPENDENCIA", "ROSITA O´HIGGINS" y "LA POSADA", con profundo y sincero afecto hacia los que fueron sus alumnos y alumnas, inculcándoles deberes y derechos que él recibió de sus queridos padres.
El Club de la divisa azul y blanca le hizo llegar una hermosa ofrenda floral, que fue llevada al lugar del velatorio por los miembros de la Directiva y numerosos socios y jugadores y acordó que sus restos fueran despedidos en el Campo Santo, por el Secretario General, profesor y amigo del extinto, Sr. Said Daruich Yamal Jiménez, como una muestra del reconocimiento hacia el que fuera en vida el consocio, Sr. GERARDO HUMBERTO ROJAS BENAVENTE, además de presentar las condolencias oficiales de la institución a sus hermanos, hijos y demás familiares. Sin duda alguna el nombre de "YAYO" perdurará en el recuerdo de los "OVIEDINOS", de hoy y de los que vendrán mañana a vestir los históricos e inmortales colores azul y blanco que Gerardo lució con singular orgullo.
Querido consocio y amigo, descansa en los brazos de Señor.
Club deportivo Maximiliano Oviedo.
CAUQUENES, 21 de Julio de 2011.-
A la numerosa familia "OVIEDINA" nos cuesta entender los móviles o causas que llevaron a un hombre, al querido profesor, dilecto y respetuoso amigo, que llevaba el deporte en la sangra, para tomar tan drástica como inesperada determinación de dar término a su paso terreno, a temprana edad, cuando tenía tanto que aportar a la docencia, al fútbol, que fue una de las grandes pasiones de su malograda vida, y prioritariamente a sus hijos y familiares.
Conocido el deceso de este noble y buen varón, la Directiva del C.D. Maximiliano Oviedo, el único club de la persona que estamos despidiendo, se reunió en forma extraordinaria, para rendirle el justo y merecido homenaje que se merecen quienes dieron gran parte de sus preciadas existencias sirviendo a la institución, ya sea como jugadores, como acontece en el caso que estamos analizando, en calidad de dirigentes o asumiendo cometidos como Director Técnico en nuestras series Infantiles, Adultas o Seniors.
La reunión fue una expresión del gra cariño y respeto que los oviedinos sentían por "YAYO", como habitualmente lo llamábamos. El minuto de silencio que se le rindió fue muy emotivo. El recogimiento de sus amigos y el prolongado aplauso que retumbó en nuestra Sede no hizo más que confirmar que este hombre, el docente, el jugador y amigo había calado hondo entre quienes lo conocieron, compartieron o interactuaron con él.
YAYO tomó la drástica determinación, que aceptamos y no juzgamos, porque esto se lo dejamos a los designios de Señor de la vida y de la muerte, a la temprana edad de 58 años de fecunda existencia.
Recordamos que fue Director Técnico de series de sus amores, además de jugador, haciendo gala de un potente disparo con su pierna izquierda. respondió siempre al llamado de nuestra institución colaborando económicamente para hacer frente a los considerables desembolsos que demanda la manutención de los clubes del fútbol amateur. La defensa de la institución azul y blanca de calle San Ignacio la asumió con su proverbial cuota de entereza, responsabilidad, guapeza y pundonor deportivo, ganándose el respeto de sus compañeros de equipo y de sus eventuales rivales.
Fue un hombre de bajo perfíl, correcto y amable como pocos, activo y transparente en su accionar. Lo mucho que hacía era abordado sin estridencias, sin magnificar nada, prefiriendo el anonimato. Esas características fueron impronta de su personalidad.
Nos dejó mudos e impactados a los 58 años, sirviendo como docente en las Escuelas "LOS CONQUISTADORES", "INDEPENDENCIA", "ROSITA O´HIGGINS" y "LA POSADA", con profundo y sincero afecto hacia los que fueron sus alumnos y alumnas, inculcándoles deberes y derechos que él recibió de sus queridos padres.
El Club de la divisa azul y blanca le hizo llegar una hermosa ofrenda floral, que fue llevada al lugar del velatorio por los miembros de la Directiva y numerosos socios y jugadores y acordó que sus restos fueran despedidos en el Campo Santo, por el Secretario General, profesor y amigo del extinto, Sr. Said Daruich Yamal Jiménez, como una muestra del reconocimiento hacia el que fuera en vida el consocio, Sr. GERARDO HUMBERTO ROJAS BENAVENTE, además de presentar las condolencias oficiales de la institución a sus hermanos, hijos y demás familiares. Sin duda alguna el nombre de "YAYO" perdurará en el recuerdo de los "OVIEDINOS", de hoy y de los que vendrán mañana a vestir los históricos e inmortales colores azul y blanco que Gerardo lució con singular orgullo.
Querido consocio y amigo, descansa en los brazos de Señor.
Club deportivo Maximiliano Oviedo.
CAUQUENES, 21 de Julio de 2011.-
